Comisiones Obreras de Aragón | 28 marzo 2024.

La inflación interanual baja tres décimas situándose en el -0,7% anual, un índice históricamente bajo y que muestra la debilidad que sufre en estos momentos la economía aragonesa.

El IPC baja en Aragón un -0,8% debido a la caída de precios del turismo y la hostelería

    Los precios bajaron en Aragón un -0,8% en el mes de julio dejando la inflación anual en el -0,7%, una décima por debajo de la media española (-0,6%) lo que nos sitúa como la quinta comunidad autónoma con la inflación más baja.

    La disminución de la inflación hasta el -0,7% se debe a la bajada de precios en sectores como el turismo y la hostelería donde disminuyen un -1,9%, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas que bajan un -0,5% rompiendo la tendencia de estos últimos meses de incremento de precios.

    Desde CCOO vemos con preocupación las tasas negativas de inflación y el bajo índice de la inflación subyacente, unas tasas que reflejan el escaso dinamismo de la economía aragonesa y el desplome de la demanda interna, provocada por la insuficiente participación de las rentas del trabajo (vía empleo y salarios) en la economía y la caída tanto de la inversión pública como privada.

    13/08/2020.
    ipc julio 2020

    ipc julio 2020

    El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó en Aragón un -0,8% en julio respecto a junio, situando la tasa interanual de inflación en el -0,7%, tres décimas por debajo de la tasa de junio (-1%) y una décima por debajo de la inflación española que se situó en el -0,6%. Con esta disminución la inflación vuelve a una tendencia negativa después del incremento que experimentó en junio debido al alza de los precios energéticos. Aragón con un -0,7%, se sitúa con una tasa de inflación históricamente baja debido a la debilidad económica que atravesamos y como la quinta comunidad autónoma con la inflación más baja.

    La disminución del IPC en julio se debe la bajada de los precios del turismo y hostelería que bajan un -1,9% frente a la subida de 2019 y, en menor medida, de la alimentación, cuyos precios disminuyeron este mes más que el año anterior. En este sentido cabe destacar la disminución del -0,5% de los precios de Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa anual pasa del 2,8% en junio al 2,2% en julio. De ellos, los alimentos frescos alcanzan una tasa del 3,1%, un punto por debajo de la del mes anterior, y los alimentos envasados sitúan su tasa anual en el 1,7%, tres décimas por debajo de la de junio.

    Por su parte, los precios del 'grupo especial servicios Covid-19', en el que figuran los servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, telefonía, música y televisión en 'streaming', seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios, disminuyeron un -3% en julio en tasa interanual, seis décimas por debajo de la de junio.

    Los grupos de bienes que mayor aumento de precios registran en Aragón durante el mes de julio son Ocio y Cultura con el 1,7% y Transporte en un 1%, en este caso por el incremento de precios energéticos experimentado en el último mes. Los que más bajaron fueron Vestido y Calzado con el -12,3%, Hoteles, Cafés y Restaurantes con el -1,9% y Comunicaciones con un -1,7%.

    La inflación subyacente, es decir la estructural, que no tiene en cuenta ni los alimentos no elaborados ni el precio de los carburantes, disminuye en Aragón un -1,1% en julio situándose en el 0,8% interanual, dos décimas por encima de la inflación subyacente en el resto del estado del 0,6%, unas cifras que se sitúan muy por encima de la inflación general que viene siendo negativa desde hace varios meses. El dato de la inflación estructural muestra, por una parte, el fuerte impacto que tienen en el IPC los precios de los productos energéticos y por otra parte el ciclo recesivo en el que se encuentra nuestra economía por la crisis provocada por el Covid-19.

    Para CCOO Aragón, la baja inflación estructural es preocupante y refleja el poco dinamismo de la demanda interna, provocada por la insuficiente participación de las rentas del trabajo (vía empleo y salarios) en el crecimiento y el lento avance de la inversión en los últimos años, a lo que ahora se añade el impacto negativo de la crisis del Covid-19. Es necesario mantener el mayor empleo posible, minimizar la pérdida de puestos de trabajo y garantizar que el empleo que se genere en este contexto sea de calidad y garantizando las condiciones de salud e higiene en el trabajo.

    Por otra parte, excluyendo factores transitorios, la inflación lleva moviéndose en cifras muy bajas desde la crisis de 2008, lo que proporciona un buen escenario para que se produzcan políticas de impulso a la actividad económica, tanto desde la Unión Europea con el fondo de rescate como desde el Gobierno de España y el Gobierno de Aragón con presupuestos públicos expansivos que prioricen la inversión pública, las políticas de estímulo económico y la protección de las personas.