Comisiones Obreras de Aragón | 19 abril 2024.

La crisis del COVID 19 acentúa los problemas laborales de la juventud aragonesa

    CCOO Aragón alerta que si la situación continúa así, podríamos definir a los jóvenes aragoneses, menores de 30 años, como “una generación perdida” en materia laboral. Atrapados entre la crisis financiera que se inició en 2008 y la actual pandemia que está actuando como un virus letal para la economía, el futuro parece aciago. El sindicato reclama trabajar en tres frentes que considera fundamentales: apostar por la formación, trabajar en mejorar la calidad del empleo y facilitar a los jóvenes una mayor accesibilidad a la vivienda.

    03/12/2020.
    Elena Pérez y Carmelo Asensio

    Elena Pérez y Carmelo Asensio

    Tras la crisis financiera de 2008 y las reformas laborales impuestas por los gobiernos PSOE-PP en los años 2010 y 2012, la precariedad y temporalidad laboral han sido los principales escollos para recuperar un empleo de calidad. La entrada en escena del COVID 19 ha sepultado las esperanzas de muchos jóvenes aragoneses que querían iniciar un proyecto vital. “A pesar que en 2019 hubo una mejora en la creación de empleo, el impacto de la pandemia en la economía es innegable. Trabajo precarios, salarios bajos suponen que los jóvenes aragoneses deberían destinar el 102% de su salario para una vivienda. Esta va a ser una generación que viva peor que sus padres y abuelos”, asegura Elena Pérez, secretaria de juventud, mujer e igualdad de CCOO Aragón.

    Ante un panorama tan desesperanzador, muchos menores de 30 años salen del mercado laboral. La tasa de actividad se sitúa en el 52,64% casi siete puntos menos que la registrada en junio de 2019 (59,59%) y 18,4 puntos por debajo de la existente en 2008 (71,01%). Carmelo Asensio, técnico del gabinete económico del sindicato, asegura que “se debe a dos factores: la reducción demográfica y el desencanto de muchos jóvenes que dejan de buscar empleo”. 

    La disminución de la población activa también ha afectado negativamente en la ocupación juvenil. Según la EPA, en un año se han perdido 8.300 asalariados menores de 30 años, un 11,64% frente al 5,19% de retroceso para los adultos.

    “Los jóvenes menores de 25 años y sobre todo las mujeres son los que más están padeciendo la destrucción del empleo. Da la sensación que la juventud aragonesa está atrapada en una crisis de la que no sale”, se lamenta Asensio. 

    Según los datos del paro, En febrero del presente año, había 77.241 aragoneses menores de 30 años, afiliados a la Seguridad Social .En octubre, la cifra se sitúa en 72.263. En ocho meses se han destruido 4.978 puestos de trabajo, la tasa de paro juvenil se sitúa en un 27%. 

    En el segundo trimestre de 2020, 24.300 menores de 30 años están sin trabajo, el 32,40% de los 75.000 que engloba del total. Si vamos a los datos EPA, el 27,06% de los menores de 25 años no tiene trabajo, 16,32 puntos por encima de los mayores de 25 años.

    La brecha de paro generacional se agranda si la comparamos con la anterior crisis de 2008. En 2008 la diferencia entre los menores y mayores de 25 años era 15,74%.

    “Si observamos los datos de la EPA y el paro llegamos a la conclusión que la destrucción de empleo juvenil es el triple que la de la población adulta”, asegura Carmelo Asensio.

    La volatilidad del empleo es consecuencia del abuso del contrato temporal en el mercado de trabajo aragonés. La tasa de temporalidad juvenil aragonesa se sitúa en un 49,30%, más del doble de la media aragonesa que es un 19,41% y lejos de la media europea (32,45%). Se reduce 4,10 puntos si comparamos los datos con el año pasado, no por mejora de las condiciones contractuales sino por la caída de los asalariados (los 8.300, citados antes).