Comisiones Obreras de Aragón | 20 abril 2024.

Crece el paro en Aragón un 2,81% y la temporalidad afecta al 22,15% de las personas trabajadoras

    La Encuesta de Población Activa (EPA) en el cuarto trimestre del año refleja un aumento del paro en Aragón de 1.600 personas, un 2,81% más con relación al trimestre anterior, 12 puntos por encima de la media española donde el desempleo disminuyó en 312.900 personas, un -9,16%, siendo la tercera comunidad autónoma con mayor incremento del paro trimestral. En comparación con el cuarto trimestre de 2020 el paro se reduce en 28.010 personas, un 28,01%, en este caso 11,45 puntos por encima de la media española donde el paro anual ha descendido un 16,56%, siendo la comunidad con mayor descenso del paro interanual. 

    27/01/2022.

    URL | Código para insertar

    Inaem

    Inaem

    Con estas cifras, el número de personas desempleadas en Aragón alcanza las 58.400, lo que supone una tasa de paro del 9,02%, 0,23 puntos superior a la registrada el trimestre anterior (8,79%) y 3,47 por debajo de la que había en el cuarto trimestre de 2020 (12,49%). Aragón se sitúa 4,31 puntos por debajo de la media española (13,33%) y como la segunda comunidad autónoma con la menor tasa de desempleo solo por detrás de Euskadi (8,43%). 

    Del total de la población aragonesa desempleada, 27.800 son hombres (47,60%) y 30.600 mujeres (52,40%). La brecha de paro entre hombres y mujeres se ha reducido, pero el paro sigue castigando en mayor medida a las mujeres con una tasa de paro del 9,96% frente al 8,17% de los hombres, 1,79 puntos de diferencia. Entre los menores de 25 años el desempleo alcanza al 24,61%, muy por encima de la media de la UE situada en el 15,42%. 

    Los datos son históricos y demuestras que se han recuperado los niveles de empleo previos a la crisis del Covid-19. La rápida recuperación de la crisis coronavírica contrasta con la que se vivió tras la gran recesión de 2008, en la que el empleo nunca volvió a su nivel anterior al shock como consecuencia de las políticas de ajuste económico y la reforma laboral de 2012 que llevó a cabo el gobierno del Partido Popular. 

    En el cuarto trimestre de 2021 Aragón cuenta con 589.000 personas ocupadas, 100 menos respecto al trimestre anterior, un -0,01%, y 20.900 más que hace un año, un 3,67%. De esas 20.900 nuevas ocupaciones, 15.600 se han producido en el sector servicios y en las actividades que mencionábamos con un fuerte componente de estacionalidad y por tanto de temporalidad en la contratación. 

    Valoración

    Si nos fijamos en las características del empleo creado, tenemos que éste es predominantemente temporal y precario como muestra que los asalariados con contrato temporal se hayan incrementado un 9,11% en este trimestre, frente al 1,85% de asalariados indefinidos. Además, la situación es aún más grave si tenemos en cuenta que más de la mitad de los trabajadores a tiempo parcial lo son únicamente por no haber podido encontrar trabajo a tiempo completo. 

    Los datos de paro conocidos hoy son positivos en su conjunto, sobre todo en su evolución anual confirmando una vez más la efectividad de las políticas llevadas a cabo de impulso económico, de protección social y del empleo en momentos de adversidad económica. Se recuperan los niveles de empleo previos a la crisis pero también se recuperan los viejos vicios de nuestro mercado de trabajo con una excesiva temporalidad y precariedad en el empleo creado. En este aspecto, el reciente acuerdo sobre la reforma laboral jugará un papel muy importante al situar al empleo estable y de calidad como uno de los principales pilares sobre los que apoyar la recuperación económica. 

    El nuevo acuerdo en materia laboral elimina los aspectos más lesivos de la reforma del PP abriendo un nuevo escenario para las relaciones laborales que recupera equilibrios en la negociación colectiva y promueve la generación de empleo estable al desincentivar la temporalidad y la precariedad, principales señas de identidad de nuestro mercado laboral durante décadas. Es un muy buen acuerdo, que debe trasladarse a la práctica diaria de contratación de las empresas y a la negociación de los convenios colectivos, impulsando de manera consensuada un mercado laboral más eficiente.

    Para asegurar que el acuerdo finalmente se acaba materializando en una mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, es necesario que se siga complementando con otras actuaciones. La generación de empleo estable debe venir acompañada de una política salarial que se traduzca en ganancias de poder adquisitivo para las personas trabajadoras, en consonancia con la actual fase expansiva en la que se encuentra la economía. Para ello, CCOO exige que el SMI se sitúe ya, como mínimo, en 1.000 euros al mes en 2022 (debe alcanzar el 60% del salario medio al final de la legislatura) y que el salario mínimo de convenio crezca este nuevo año hasta los 1.100 euros.