Comisiones Obreras de Aragón | 28 marzo 2024.

El salario medio anual de una trabajadora aragonesa debería incrementarse en un 24,06% para igualar al de un hombre

    En el año 2020, la brecha salarial entre géneros se situó en los 5140 euros en Aragón. Ellos percibieron un salario medio de 26.505,70 euros y ellas de 21.365,11 euros en el año citado. Los datos de la encuesta de estructura salarial del INE solo alcanzan hasta el año 2020. CCOO ha utilizado también los datos obtenidos en la EPA para analizar la brecha salarial por jornada y actividad. 

    21/02/2023.
    Mujer andando por la calle

    Mujer andando por la calle

    El salario medio anual de una trabajadora aragonesa debería incrementarse en un 24,06% para igualar al de un hombre

     

    En el año 2020, la brecha salarial entre géneros se situó en los 5140 euros en Aragón. Ellos percibieron un salario medio de 26.505,70 euros y ellas de 21.365,11 euros en el año citado. Los datos de la encuesta de estructura salarial del INE solo alcanzan hasta el año 2020. CCOO ha utilizado también los datos obtenidos en la EPA para analizar la brecha salarial por jornada y actividad. 

     

    Entre las comunidades autónomas con menor diferencia de brecha salarial se sitúan Canarias con un 10,23% o Illes Balears con un 16,83% y en la cabeza de la tabla estarían Asturias con 31,16% y la comunidad foral de Navarra con un 30,25%. Aragón se sitúa en una zona intermedia con un 24,06%. En España la brecha salarial se situó en el 23,03% en 2020 porque la diferencia salarial entre hombres y mujeres es de 5175 euros, en detrimento de estas últimas. Los varones cobraban en el año 2020, un salario anual de 27.642, 52 euros y las mujeres 22.467, 48 euros en España.

    Según los datos obtenidos en el INE, la evolución de la brecha salarial en Aragón se ha incrementado cuando mayor destrucción de empleo ha sufrido el mercado de trabajo autonómico. Así en 2012, la diferencia salarial entre ambos géneros se situó en un 42,81% en Aragón. Tras este año la brecha salarial ha ido descendiendo paulatinamente hasta alcanzar el 29,69% en 2019 y el citado 24,06% en el año 2020. “Habrá que ver la evolución en los próximos años pero parece que las medidas laborales adoptadas para hacer frente a la crisis de la pandemia, tan diferentes de las políticas de austeridad aplicadas en 2008, dieron sus frutos con una menor destrucción de empleo y una menor reducción salarial, lo que se también se ha notado en una menor brecha salarial”, argumenta Sonia García, Secretaria de Igualdad y Política Social de CCOO Aragón.  

    En el año 2022 según datos de la EPA la población activa se situó en Aragón en las 644.600 personas de las que 342.800 son hombres y 301.900 son mujeres. La tasa de actividad de los varones ronda el 63,60% frente al 54,20%, una diferencia de 9,4 puntos. “Muchas mujeres se declaran inactivas al tener que responder a responsabilidades familiares y del hogar. También se suma la falta de corresponsabilidad de ellos a pesar de las diferentes medidas para la conciliación que se han implementado en los últimos años”. 

     

    Para analizar la brecha salarial por tipo de jornada contractual, CCOO Aragón se ha basado en las cifras obtenidas de la EPA y aquí sí hay datos de 2022. A pesar de que han bajado el número de contratos parciales de 93.000 a 77.600 en Aragón, el 75% del total lo firmaron mujeres. “Este uno de los factores principales que incide en la brecha salarial. La jornada a tiempo parcial es algo coyuntural entre los hombres que se da en el comienzo de su vida laboral mientras que se ha convertido en un componente estructural entre las mujeres. Se ven obligadas a firmar estos contratos para cuidar a otras personas”, expone Sonia García.  

    Para ofrecer un dato significativo, la brecha salarial en España fue del 23,03% en el año 2020 si eliminamos la contratación a jornada parcial, la cifra se situaría en el 8,93%. 

    Son ellas las que se reducen la jornada, se acogen a excedencias o incluso dejan el empleo cuando tienen que cuidar a sus hijos o hijas.  Por ello y según los datos del INE del año 2020, la brecha salarial depende también de la edad y se acentúa entre hombres y mujeres aragoneses/as en el tramo de edad comprendido entre los 45 y 54, alcanzando el 24,05%, y alcanza su mayor cota con un 28,42% entre los 55 y más años.  

    También afecta la modalidad de contrato. La brecha salarial se acentúa entre los trabajadores y trabajadoras con un contrato estable hasta el 27,14% en Aragón, según los datos del INE del año 2020. Ellos ganan 28.256 euros de salario bruto al año frente a la ganancia de ellas con 22.224 euros, unos 6.031 euros de diferencia. “Esto se debe a que los hombres tienen una carrera profesional más larga y estable con posibilidades de ascenso y promociones”, asegura García. 

    En 2020, los sectores con una mayor diferencia de emolumentos entre ambos géneros son la industria con un 29,48% y Servicios con un 19,62%. La brecha salarial también depende de la cualificación profesional. Así la diferencia es del 45,98% en las bajas, del 33,95% en las medias y del 20,86% en las altas cualificaciones.  “Sectores como las actividades sanitarias y servicios sociales, educación, hostelería, industria manufacturera, administración pública y administrativas concentran hasta el 73% del empleo femenino”, asegura Sonia García.

    Medidas a adoptar

    CCOO apuesta por el marco del diálogo social para adoptar medidas que acaben con la brecha salarial. De este consenso surgió el incremento del SMI hasta los 1080 euros y alcanzar el 60% del salario medio en España como recomienda la Carta Social Europea. El sindicato señala que hay mucho trabajo que hacer en la negociación colectiva. “Tenemos que implementar los planes de igualdad en las empresas aragonesas para erradicar la brecha salarial entre géneros. Incluir cláusulas de acción positiva a favor de las mujeres en la contratación, promoción o formación en aquellas ocupaciones donde estén subrepresentadas”, afirma Sonia García. El sindicato reclama revisar los complementos actuales que premian conceptos como la antigüedad, la peligrosidad (entendido en términos físicos) o la disponibilidad en la empresa que decantan la balanza en favor de los hombres. Adoptar medidas dentro de la negociación entre empresarios y trabajadoras/es para reducir la parcialidad involuntaria femenina que va ligada a la imposibilidad en algunas empresas para mejorar la conciliación de la vida personal y laboral.