Comisiones Obreras de Aragón | 27 abril 2024.

Una reforma laboral para recuperar y ganar derechos

    Artículo de opinión de Carmelo Asensio, secretario de Empleo y Formación Sindical de CCOO Aragón, publicado en El Periódico de Aragón del 29 de diciembre de 2021. "Tras una larga y complicada negociación, el pasado 23 de diciembre se llegó al acuerdo sobre la reforma laboral entre el Gobierno, los sindicatos y las organizaciones empresariales... " Sigue leyendo.

    29/12/2021.
    Artículo de opinión de Carmelo Asensio

    Artículo de opinión de Carmelo Asensio

    Tras una larga y complicada negociación, el pasado 23 de diciembre se llegó al acuerdo sobre la reforma laboral entre el Gobierno, los sindicatos y las organizaciones empresariales. Un acuerdo histórico por el hecho de ser fruto del diálogo y el consenso frente a la imposición de anteriores reformas laborales, pero también por ser, por primera vez en décadas, una reforma que se centra en recuperar y ganar derechos de las personas trabajadoras frente a los recortes y laminación de derechos que supusieron las anteriores. La nueva reforma laboral deroga los aspectos más lesivos de la reforma de 2012 impuesta por el PP, recupera los derechos recortados y avanza hacia un nuevo modelo laboral más estable y moderno.

    CCOO teníamos tres grandes objetivos en esta negociación: recuperar el equilibrio en la negociación colectiva, reducir la elevada temporalidad de nuestro mercado de trabajo y avanzar hacia un modelo de empleo basado en la estabilidad y los derechos. En los tres ámbitos se han logrado avances significativos. 

    En el primero, se recupera el equilibrio en la negociación colectiva con el restablecimiento de la ultraactividad de los convenios, y se garantiza que los convenios colectivos de empresa no rebajen los salarios de los convenios sectoriales de referencia. Estas medidas se complementan con la nueva regulación de las subcontratas para evitar los abusos que se venían produciendo y que supone una medida de choque contra la precarización del empleo que se ha venido llevando a cabo en las empresas multiservicios en los últimos años.

    Respecto a la temporalidad, la reforma acordada supone un paso firme en la lucha contra la misma, al reforzar la figura del contrato indefinido y limitar la contratación temporal. España es el país con la tasa de temporalidad más elevada de la Unión Europea, el 26,02% frente al 12,53% de media europea. Para evitar esta práctica abusiva, se elimina el contrato de obra o servicio y se limita la temporalidad con tan solo dos tipos de contratos temporales: estructural y formativo. 

    El tercer componente del acuerdo es la regulación de los ajustes estructurales en empresas con el objeto de mantener el empleo. El Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, el “nuevo ERTE”, priorizará la adaptación temporal de la jornada de trabajo y el mantenimiento del empleo frente a los despidos colectivos. Este mecanismo incorpora la realización de acciones formativas, la transición de trabajadores a otras empresas y sectores económicos, prestaciones sociales para las personas afectadas que no consumirán sus prestaciones por desempleo y beneficios para las empresas que garanticen el mantenimiento de los puestos de trabajo. 

    No es fácil resumir en un artículo una reforma tan extensa y con tantas derivadas, aunque a nadie se le escapa que el acuerdo alcanzado es un hito indiscutible. Por primera vez en más de 40 años una reforma del mercado laboral de esta envergadura logra el consenso de los agentes sociales al completo, lo que da respuesta a lo que esperaba la Unión Europea en el marco de la recuperación económica, pero sobre todo manda un mensaje alto y claro de la importancia del diálogo y el acuerdo para solucionar problemas frente a la crispación y la polarización política que la derecha promueve en todos los ámbitos. 

    Estamos ante un acuerdo histórico con el que pretendemos desterrar la cultura del despido y la temporalidad que tan arraigada está en nuestro país y que la reforma laboral del PP consolidó. Una reforma que pretende cambiar una dinámica perversa que conlleva la destrucción masiva de empleo cuando la economía entra en crisis y crear empleo precario y temporal en los ciclos de crecimiento. Pero sobre todo es una reforma histórica porque demuestra que otra política laboral es posible, una política laboral pensada para las personas, que estabiliza la contratación, dificulta el despido y lucha contra la temporalidad.